sábado, 31 de enero de 2009

SABADO POR LA NOCHE


Dos de la tarde, gran partido gran de pig -pong o fútbol en la plaza o en algún lugar que nos hayan invitado, terminado cada uno sin que nadie diga: che porque se quedan un poco más, nos ibas a cada casa, a bañarse, afeitarse los pelos que no teníamos, a peinarse con cepillo y ponerse las pilchas, camisa de bambula, pantalón oxfod o muy bombilla, mocasines y los muy petizos con plataforma, discreta pero plataforma, por eso los oxford. Los que no usaban el pelo largo se ponían Bilcrem que no era una cosa espantosa como la Glostora, esos eran los que tenía corte de pelo media americana no muy corto, el perfume era Old Spice, que se lo robabamos siempre a los hermanos mayores o que atesorábamos de una tía que nos lo había regalado para el cumple.
Siempre elegíamos para ver la tele en la casa de alguno que tuviera hermana, era la forma de disimular que veíamos Música en Libertad, para mas o menos sacar los pasitos, pero siempre de lejos, con la Coca y unos churros que nos hacia la madre del que habíamos asaltado la casa.
No siempre íbamos, pero una vez por mes, ahorros mediantes lo convenciámos a dos o tres de los mas grandes, que fueran con nosotros a Keops,. Como a las nueve de la noche ya estábamos ansiosos, y todos listos para partir. Desde que me acuerdo nunca, pero nunca pudimos ir con la hermana de alguno, o porque la madre no la dejaba (era muy chica) o el "grande" que iba era el hermano mayor y minga que la llevaba.
Ese era el momento mas tenso, quienes iban en la chata y quienes iban en el bondi. Allí cobraban valor los más amigos, los que estaban mas cerca de las familias, esos iban atrás en la chata y los otros partían inmediatamente para tomar el "20 de junio".
El compromiso de sagrado era que los que llegaban primero (obvio los de la chata) esperaban abajo en el estacionamiento a los del bondi, porque la cosa era entrar todos juntos.
Como si los porteros de aquella época, patovicas de hoy no supieran que en el montón alguno de nosotros apenas teníamos 16 años.
Qué impacto la primera vez, esa entrada iluminada con las mascaras de los faraones en la puerta y la tremenda pista y las mesas y banco y banquetas alrededor, la música, tranqui, y el revuelo de gente que iba y venía saludándose.
Cruzábamos la puerta y nos desconocíamos, seguro que más tarde volveríamos a estar todos juntos hablando pavadas un poco excitados con los dos destornilladores que nos habíamos tomado y dejando plata por las dudas tuvieramos que invitar.
Tampoco olvido la noche esa primera cuando la música tranqui dio de pronto entrada a todo volumen un tren y cuando ya creíamos que el mismo nos pasaría por encima el disc Jockey nos sacudió con Venus de Shocking Blues. Y para hacerla completa esa noche para mi la suerte estuvo de mi lado mi prima había ido con el novio y unas amigas así que me baile todo.
Así fuimos alternando durante todo ese año entre una vez a Keops y los asaltos que hacíamos en todas las casas. Ahhh, me olvida la aventura estaba en la vuelta, los grandes que nos habían llevado se habían ido o se quedaban con sus novias y nosotros nos volvíamos, primero caminando hasta la terminal, eterno, y después en el primer colectivo que era alrededor de las 5 0 6 de la mañana. Así pasábamos un sábado más.
POR SUERTE ME DURO ESE AÑO AL SIGUIENTE ENTRE A LA FACU, APRENDI QUE HABIA OTRA REALIDAD, Y FRECUENTE LAS PEÑAS.
LO MEJOR FUE QUE ALGUNAS HERMANAS ALLI SI PODIAN IR.
Los sábados a la noche entre 1965 y 1976 aproximadamente fueron para mi las dos puntas del camino, por suerte me quedé en la última.

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