Estoy seguro, que ya están hartos de este tema, de que cada ser este planeta haya opinado de este deseo del Diego Maradona, que por esta vez no fue por placer sino por bronca.
A decir verdad, yo también estoy medio harto, pero porque me las debo bancar solo, haganse cargo, ja.
Con cierta maldad, esperé hasta que se olvidaran un poco, y vuelvo al ruedo.
¿Qué pasó Diego? estásh nerviosho, diría Nestor. Maradona nacido en la Argentina marginal, tenía el don en sus piernas y la rapidez en la mente de ver las jugadas un segundo antes que los 21 que estaban en el juego, si, así era según mi humilde entender. Ese don lo fue llevando vertiginosamente a la cima del éxito, y junto con él a los únicos parásitos de dos patas: los humanos. Ellos le ofrecieron el oro y el Moro (bueno Mora), y un montón de vicios más que no quiero mencionar. Si ya se los seudos psicólogos dirán uno no hace nada que no quiera MENTIRA, ES UNA BURDA MENTIRA uno a veces no quiere y los poetas de la maldad convencen hasta el mismo Cristo a que se baje de la cruz.
Bien entre subidas y bajadas, entre vampiros y falsos justos, entre drogas y voluntades este Diego Maradona que tiene que sufrir hasta una iglesia en su nombre, de un grupo de vagos que algún beneficio quieren escamotearle al Dios de la mano, el héroe de las Malvinas que en vez de balas le metió un gol a los ingleses,¡ja!. El fútbol es pasión y los que pierden la razón por esa pasión y se convierten en descontrolados no les importa nada, solo les importa sacar ventajas.
En este mundo, que no he explicado correctamente, por desconocimiento y porque es tan intrincado el negocio, que me sería imposible, es que el famoso jugador llegó a Director de la Selección Nacional, cuyo patrón es la AFA, centro indiscutible de corrupción, autoritarismo, amiguismo y negociados oscuros, sin explicaciones, ni sentidos. Pero que importa si hacen goles, si le ganan a los enemigos, todo se justifica.
Y justo aquí el Diego es el que pone la cara por los 11 o mas millonarios que patean una pelotita. Y no es que el Diego sea Teresa de Calcuta, ni mucho menos.
El es parte del sistema, le gusta el sistema y cobra mucho por defender el sistema.
Pero no perdamos de vista que hay otros señores y señoras que también son del sistema y que ven tocados sus bolsillos por estos "otros" integrantes del sistema, o sea en castellano son dos bandos enfrentados por un "puñado de dólares".
Entonces ¿qué pasó?, pasó que un día después de una larga presión, de un laberíntico juego de intereses, de largas y sistemáticas descalificaciones, y el desahogo posterior al triunfo, La mano de Dios el Héroe de las Malvinas, el Dios de la iglesia dijo:"sigan chupando"
Para que, hasta los sacerdotes en los sermones del domingo se refirieron a ese exabrupto, no hubo nadie, hasta yo, que no dijera algo de esa pecado original que dijo un DT de fútbol en conferencia de prensa que fue difundida por el planeta. Tanta risa me causó semejante estupidez, semejante mediocridad, semejante muestra de intolerancia, de necedad, de maldad rayana en la idiotez.
La sociedad Argentina tuvo que soportar durante días que Maradona nos había hecho quedar mal ante el mundo, diciendo semejante palabrota, ja, parece que nadie ve TV en la argentina, parece que nadie ve las sesiones de diputados y senadores en las cámaras nacionales o provinciales, se ve que nadie ve las reuniones de consejales del país, se ve que nadie ve lo que pasa en los paises del primer mundo.
De pronto nos dio un ataque de moralidad medieval en la mejor tradición de la inquisición, desoyendo y desconociendo ejemplos como el del ex gobernador y actual diputado de la nación y ex piloto de F1, el Lole Reutemman.
Miren, sigan chupandola, que se lo merecen
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