sábado, 28 de febrero de 2009

SEGURIDAD EN DESMEDRO DE LA LIBERTAD



PARA MI QUERIDO AMIGO GUILLERMO CAMINANTE DE ESTE CAMINO EN LA
BUSQUEDA DE LA LIBERTAD



Mis queridos blogueros (así se dirá) ya les avisé ayer que de vez en cuando se encontrarían con algunas entradas serias, también les pedí que me tuvieran paciencia y compasión, no siempre me puedo andar haciendo el graciosos, como dice el Cacho Buenaventura, si quieren que sea siempre graciosos paguenme.
Bien, a raíz de varios tropiezos que ha tenido la familia ultimamente con los miembros de la seguridad y como verán que mi amigo Guillermo también y gracias a que por ahi alguien por mi lee el diario me enteré que dan la posibilidad a los lectores de escribir lo que piensan de la Policia Caminera, o sea que nos dan la posibilidad de hacer terapia pública y ellos llenan espacio y la autoridad se da cuenta de lo poco popular que puede ser a veces. Entonces ante este regalito del grupo que ahora es dueño de este medio, ¿que hice? les envié una carta que porsupuesto voy a compartir con ustedes.
Es larga, así que busquen lo que siempre toman, fumen si los dejan, los que lo necesiten busquen los anteojos y lean detenidamente esta contribución a la catarsis universal.
AGUANTE FROID

De: Esteban Pillado Ruibal
Fecha: 28/02/2009 19:18:42
Para: lectores@lavozdelinterior.com.ar
Asunto: ¿Cómo está trabajando la Policía Caminera?


Estimados Sres. de LA VOZ DEL INTERIOR

En primer lugar quiero hacer un poco de historia, con respecto a la Policía Caminera y de como fue eliminada; dada de baja; suprimida, o como quieran mencionarlo del control de las rutas provinciales: por realización de coimas. En épocas que el país andaba a los tumbos y el poder, sobrepasado por la política popular, quería tener los menos frentes de conflictos posibles. Lisa y llanamente decretó que la Policía Caminera dejara de prestar el servicio por exceso de abuso de autoridad.
Pero esta Policía Caminera, la de hoy, la actual, prolija, reluciente, con autos nuevos y efectivos preparados al respecto, desde mi experiencia personal deja mucho que desear. Reconozco que las estadísticas oficiales, publicadas por La Voz del Interior, muestran una importante baja en los accidentes en las rutas, lo que hace que me sienta no solo orgulloso de estos servidores públicos, sino también de los políticos que tomaron la resolución de re flotarla. También me siento obligado a llamar la atención que el índice de inseguridad (robos, asalto, arrebatos, etc) que ocurren igualmente en las rutas provinciales no muestran el mismo porcentaje de disminución.
Mi casa está ubicada en la zona Norte, zona conflictiva, a raíz del crecimiento exponencial que ha sufrido en la última década, por lo tanto después de varios años de prueba a pesar de que significaría un gasto económico, tomé junto a mi esposa, con quien regreso del trabajo todos los días, volver a nuestro hogar por el camino a "Pajas Blanca" en donde está el peaje, tomar la larga y perfecta ruta "Padre Luchessi", que nos "lleva" con tranquilidad y fluidez; ya que la otra alternativa "Donato Alvarez" es intransitable en el tramo que va desde el CPC Argüello, hasta casi la entrada a Villa Allende, y la tercera posibilidad "Ricardo Rojas" se convierte innecesariamente en un recorrido tan largo y sinuoso como el camino de la canción de The Beatles
De esta manera cada tarde regresamos por allí, la Policía Caminera tiene dos puestos, uno aproximadamente a 2 kilómetros del acceso a la mencionada "Padre Luchessi" y otro 2 kilómetros, también aproximados, muy cerca de un Country que está sobre la ruta, ambos poseen en la actualidad sus trípodes con los radares que controlan la velocidad. Además la ruta está perfectamente señalizada, sin mencionar que los autos que deben entrar a los Country que existen a lo largo de la misma lo hacen doblando a la izquierda, que según tengo entendido esta prohibido por reglamento general. Como mi intención es cuidar la vida de los que viajan junto a mi y de los que viajan en la misma ruta, soy bastante precavido y me ajusto estrictamente a las reglas de tránsito y a las indicaciones, mi auto es un modelo muy reciente, con todo el equipamiento que se necesita para transitar por las rutas, pero hete aquí que los encargados de prevenir los accidentes controlando todo eso, se han dedicado a ejercer su función conmigo, sólo contare dos anécdotas para demostrar esto. 1. Los carteles de indicación de velocidad máxima en esa ruta, es uno (en un corto tramo) de 80, el otro más cerca de los Country es de 60, los carteles de paso están bien puestos y las líneas en el asfalto igual Pero nadie, soporta que yo vaya a esas velocidades, me pasan raudamente para frenar pocos metros después con miedo a que les apliquen alguna sanción y así por dos veces. Cuando voy llegando a cada uno de estos puesto disminuyo la velocidad a 40 Kilómetros por hora, sin que exista algún cartel indicador de ello, lo hago por sentido común, solo existen unos conos prolijamente alineados al medio de la ruta, y los autos pintados con los colores y diseños que indican que son los móviles de la Policía Caminera, además por supuesto de los agentes y oficiales que cumplen la tarea. Esa vez el policía aparatosamente me hacía señal que bajara la velocidad, ¿menos de 40 Kilómetros?, cuando pasé frente a él me obligó a parar y con mal gesto me reto como a un chico diciéndome que cuando pasara frente a él debía disminuir la velocidad y no acelerar, como se imaginaran le discutí explicándole que iba a 40 Km. y que no había acelerado, pero no me escucho y repitió que yo debía hacer lo que el decía y me dejó seguir. 2. pocos días después, ya tres personas en el auto, pasé nuevamente por ese control, que días antes no se encontraba, a menos de 40 porque a modo de cargada todos me advertían lo que ya me había ocurrido, y la Srta. policía que estaba allí me hizo parar, se asomó al auto y como si hubiera descubierto el tesoro dijo: ¡ah! la señora de atrás no tiene el cinto de seguridad, bien, dijimos, ¿que hacemos? y nos indicó que nos pusiéramos al costado en la banquina, por suerte ellos ponen el puesto bajo unos árboles frondosos. Allí estuvimos por diez minutos viendo pasar otros autos, con niños detrás saltando en los asientos, motos sin casco, conductores sin cintos y una camioneta de carga con caños, chapas y otros elementos de construcción totalmente sueltos, que también creo que está prohibido, sin que se los amonestara y menos pararan y detuvieran al costado del camino. Indignado me bajé del auto y le pregunté a la Srta. Policía ¿qué cuánto tiempo más me iba a tener en ese lugar?, ella cruzó la calle, increpándome que que me pasaba, y blandiendo sobre mi rostro la baliza de mano que utilizan, muy parecida a un helado conito de color naranja y una luz en el interior, explicándome que debía hacer lo que ella decía y sin darme la razón por la que estaba allí en el costado del camino. En el momento vino un oficial del cual me reservo el nombre y después de una charla más calma y sin la señorita de la baliza amenazadora, pidió disculpas y seguimos el camino.
Lo sustancial de esta extensa carta al lector es que ninguna de las dos veces se me pidió la documentación y se me dieron razones de porque se me detenía, o sea que el control sobre mi para la comunidad no sirvió para nada, sólo nos hicieron pasar un mal momento confirmando que el objetivo de este control en una zona muy paqueta de las ciudades periféricas al Gran Córdoba están para demostrar que ellos como Policía Caminera tienen poder y además se hacen ver que lo ejercen.
La pregunta del medio LA VOZ DEL INTERIOR fue: ¿Cómo está trabajando la Policía Caminera? y les respondo (con fundamentación) MAL, ya que si bien han disminuido los accidentes porque nos están educando (si nos duele el bolsillo) es la filosofía, me pregunto, ¿porqué la detención de los autos se hacen de manera discrecional?, la respuesta puede ser (y la entiendo) porque no se puede para a todos los vehículos, entonces sugiero si paran a alguien expliquen el porque, y tengan en cuenta a los que circulan por detrás con las mismas faltas, ya que ley pareja no es rigurosa, dice el refrán, y también sugiero a las autoridades que gasten parte o una gran parte del presupuesto en la educación de todos y cada uno de sus miembros de la fuerza, porque sino estamos demostrando que si se tiene poder este permite coartar la libertad de las personas comunes. La razonabilidad no disminuye a nadie por el contrario enaltece. Y la Argentina ha entregado muchos muertos para ser libres.

Esteban Luis Pillado Ruibal

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