martes, 10 de febrero de 2009

UNA LLAMADA EN EL TELEFONO



Atiende Domenico Modugno, o atiendo yo, no mejor atiendo yo porque la llamada es en mi casa. Mientras el ring, ring, suena pienso, ¿porqué Arthur no atenderá? simple, no tengo Mayordomo, por lo tanto no me queda otra que atender a mi. ¿quién será?, mi madre, mi tía, algún primo, uy, seguro que es para que nos juntemos por el cumpleaños de alguien, el bautismo del recién llegado a la familia, o una reunión de Tupper, o a lo mejor es algún amigo, que me invita para una reunión con los egresados, esas reuniones en donde todos nos vemos lo viejo que estamos, los éxitos o los fracasos y terminamos recordando lo tipos jodidos que eramos y las gambas de la vieja de historia que apenas tenia 24 años, no seguro que es de alguna empresa que te ofrecen o Banda ancha, sabiendo que yo vivo en medio del campo y ni el camino es ancho, pero no los tipos hablan igual, o de esos complejos de tiempo compartido, que según mi modesto entender los tienen sentados sobre una resistencia conectada al 220, porque no paran de hablar rápida y nerviosamente, para que no te des cuenta que te están metiendo el tiempo compartido en el tuje (al decir de Tato Bores), puede ser también alguna tarjeta de crédito, una empresa de telefonía, o algún estudio jurídico para avisarte que debes una cuenta que vos nunca tuviste y que si no pasas en 2 días te rematan la casa, o quizás sea algún político que quiere convencerte que lo votes porque el es el mejor, o también unos de esos delincuentes que te llaman y dicen, soy el Dr. Perez, lo llamo desde el hospital porque acá hay una sra. que tenía su teléfono, usted tiene esposa, verdad, buena ella esta muy mal, y claro uno con voz de susto, miedo, sorpresa y confusión va respondiendo a la preguntas y se va envolviendo en el tristemente conocido secuestro express. no eso no tiene porque pasarme a mi, a lo mejor es una amiga, pero ¿cuál? uy uy uy, si yo desde que me casé no tengo amigas, que tengan mi teléfono, no tampoco puede ser, ¿pero quien será?. No queda más remedio que levantarse y atender el aparatito. Vaya sorpresa, ¡mi ex!, 15 divorciados, 10 sin verla y no se cuantos sin escucharla, y en ese segundo dispara, ¿no te has muerto todavía?, linda frase para comenzar una conversación, decime idiota cuando te vas a hacer cargo de tus hijos, otra frase difícil de sobrellevar, (el más chico de los nenes tiene 25 años), entonces en esa milésima de segundo pienso ¿para que me llamó?, entre 7 preguntas de porque no estoy muerto, 25 insultos a mi santa madre, 37 te voy a reventar, 2 diagnósticos de sicópata, 3 de pelotudo y 1 de inmaduro, el teléfono hace tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, me cortó.
Me quedo mirando al perro, que con su lengua afuera parece que me dijera: ¿queres que vaya y la muerda?.
Entonces pienso: Ay el amore, el amore, cuanta cosa fachere el amore, fachere tremenda pelotudes de haberme enganchado tan joven. Pero bueno ahora la vida es otra y no puedo decir mas que acabo de comprar un teléfono que tenga identificador de llamada, esos que viene con fotitos y puse la de la bruja cachavacha.
Nota: solo quiero decir para todas la mujeres que lean este Blog, que esto fue un hecho de realidad, de mi realidad y cualquier coincidencia se hace cargo la que sienta la concidencia, yo las quiero a todas incluyendo a la del teléfono, y ni les cuento a mi esposa que la AMO COMO EL RIO AMA AL MAR.

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