martes, 17 de marzo de 2009




El 16 de marzo no escribí, ese día era mi cumpleaños, si ya han leido este blog, ya lo sabían, sino lo hicieron es una buena oportunidad para agendar el proximo 16 de marzo (año del bi centenario). Mi amigo Eduardo, fiel y extraordinario ser humano me dejó un comentario saludándome, Susana Curtó y Sergio Antognassi, desde su programa La galera en 580 Universidad Nacional de Córdoba, me cantaron el feliz cumpleaños y así se fueron sumando a lo largo del día, en mi trabajo la Armada Brancaleone, festejó con torta y sanguichitos caseros y una de mis amigas entrañables me regaló la misma lapicera del año pasado, yo creí que la había perdido y me estaba haciendo una broma, pero no era otra, nueva reluciente así que ahora puedo escribir en stereo, como los soda.


Mi señora esa que esta arriba pero de espalda porque no le gusta los medios, se ve que me olió mal ya que me regaló un frasco de perfume francés, que tal el vago ahora transpira Aqua di Gio, y ahora que me recuerdo, pienso que mi prima Estelita en Navidad también me regaló un perfume, ¿tan mal huelo?, snif, snif, snif, puajjj, si con razón.


Bien así pasé el cumple, como hacía años que soñaba, tranquilo, como un día más con los afectos y con los que se olvidaron y los que se recordaron con los que se y con los que no se, o sea que lo pasé de diez.


Si fuera a utilizar la frase de la canción de Alberto Cortéz, y dijera hoy comenzé a vivir la mitad de mi vida soñar con llegar a los 110 años sería una burrada muy grande.

Y que nadie me pregunte de quién ese beso, no ven que está mi esposa al lado.

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