lunes, 23 de marzo de 2009

CRITICANDO A LOS QUE CRITICAN



Voy a ser escueto: yo tampoco quiero que desaparezcan los periódicos en papel y tampoco los críticos de cine, ni los periodistas, ni ningún oficio, profesión o personas con ganas de trabajar.
Me imagino lo que sintieron los monjes encerrados en sus monasterios cuando les llegó la noticia (seguro que mucho más lenta que hoy) de que había un señor que se llamaba Gutemberg que había inventado una máquina infernal que se llamaba imprenta, los monjes, ¿a dónde se meterían las plumas de gansos, tan bien afiladas?.
Si desaparecen los críticos de cine, con quién me voy a pelear, aunque no los conozca.
Cómo voy a decir este tipo no sabe nada a mi me pareció estupenda la película, cómo voy a ir en contra de una corriente, si digo que a mi no me gusta Woody Allen.
Cómo voy a recibir una andanada de perdigones intelectuales que laceran mis carnes por haberme atrevido a decir: esto críticos no saben nada.
No no quiero que no existan más, y tampoco que no estén los soportes en donde se ven lo que ellos critican.
Pero tampoco quiero y es lo que mas NO quiero, que el planeta, esta bolita azul que se desplaza por la galaxia se marchite, se resquebraje, y pierda de uno en uno, y más rápido que lento las materias primas que generan el periódico y al critico, o sea los árboles, las ciudades y los humanos. No no quiero eso.
Por eso me parece bien que se busquen alternativas, no se si la era Gates o Jobs, son buenas, seguro que no, que deben tener los mismos o más problemas con la contaminación
Si se que no voy a sentir como los monjes ilustradores y copistas, porque los siglos pasados nos han dejado enseñanzas de lo que no se debe hacer y yo las voy a seguir.
Y como soy un idealista, un utópico del siglo XX - XXI, alguna idea voy a volcar, una opción para que no desaparezca nada, pero que no se degrade nada sería, por ejemplo volver al cine
debate, si, al cine debate, ir ver una peli, los cines de ahora son mas chiquitos, ver todos juntos las peli, y además esa peli, tiene el atractivo de que esta tal o cual critico, o ambos o muchos, no se
y cuando la misma termina exponer, cambiar opiniones, o sea un poco más democrático el tema del gusto o disgusto por ver una película.
Aprender porque el director filmó lo que filmó o porque tal actor estuvo bien o mal, poder decir lo que cada uno piensa. Y todos saldremos de esa función con el alma henchida de placer y gozo y no con un comentario para que le habré hecho caso este del diario que le puso cinco estrellitas, cinco pop-corn o lo que sea a mi me pareció un bodrio. a lo mejor me sigue pareciendo un bodrio pero la entendí.
Eduardo de la Cruz estoy haciendo uso de su espacio y no le tengamos miedo al futuro, nosotros somos el futuro del miedo de otros, que se quedaron en el pasado y así será por los siglos de los siglos si es que el planeta dura tanto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario