lunes, 6 de abril de 2009

PAYASO


Cuando volvimos de la ronda, me di cuenta que había matado al payaso. Allí sobre su sillón, quedó pasmado, con su sonrisa pintada
Su nariz redonda y roja, sus zapatones ridículos y su peluca colorida.
Porqué lo matamos, y no le disparamos, ni lo golpeamos, sólo nos
sentamos con él a charlar, mates de por medio, minutos antes de salir al escenario. El teatro estaba lleno de niños, que esperaban su actuación.
Porque digo que lo matamos, porque digo que después de la ronda
Porque ese es mi trabajo salir de ronda y matar payasos, sin violencia
Sin razón alguna, yo existo, y aparezco de la nada, aunque me gesto
en cada día en todas las personas, a algunas, le soy indiferente, otras
me aprovechan, pero otras se destruyen y me buscan ingeniosamente
para morir. Sin embargo, en este caso fue muriendo de a poco, lentamente, perdiendo segundo a segundo la alegría, se fue vaciando
y cuando ya no quedaba nada, me miró profundo con sus ojos de chiste y me increpó sin fuerza, ay tristeza, ¿porqué me llevas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario