jueves, 2 de septiembre de 2010

SIGO CON LA IGUALDAD

Se me ocurre pensar, que uno de los mitos argentinos, ademas del Bife de chorizo, era que en nuestro país no había racismo, vivíamos en el mejor de los amuches con los "negros", si deciamos con los negros, y los más cultos aclaraban, "pero no con los negros de aca", teniendo bien en claro la clasifican argenta de negro, o sea los negros de alla ¿EEUU, o Brasil? no eran discriminados, los de "acá" eran negros de mierda que no les gusta laburar.
Ahora nadie, me pregunto, reflexiono, que odia a su vecino, a los putos, a los de pelo largo, a los drogadictos, a los que piden en la calle, a los mendigos, así en una ensalada cronológica de acuerdo a los períodos históricos, claro que no hace falta odiar para ser racista, sino también festejar, como por ejemplo, y creo el más cruel y demostrativo de la clase de sociedad que somos, sobre todo en nuestros representantes cuando allá por la década del 50 (52) festejaban por el cáncer.
Claro no somos racistas, tanto como que inventamos la Birome, el Colectivo, el triunfo con trampa, que Dios es Argentino y que si te mataban en los 70 era porque algo habías hecho.
No me digan que algunos no pensaron que esta vez después de tantas cosas que nos pasaron, algunos temas como por ejemplo, el anterior, el del casamiento igualitario lo ibamos a tomar con madurez, pero no, hablamos tantas, pero tantas pavadas.
Entonces concluyo, en el 18 o el 21, seguimos igual, Grande Discepolin

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