domingo, 19 de diciembre de 2010

CUANDO LOS PRINCIPIOS SON INTERPRETADOS COMO RESENTIMIENTO




Imagen tomada del la página web oficial del mencionado Country

Uno de los pilares del Capitalismo Extremo que se asentó en la década de los "90" en nuestra querida Argentina, fue que nuestra Nación era la cuna de la inseguridad, y un grupo de "elegidos", como los nuevos "salvadores" del grupo ABC 1 (casi como la numeración de los campos de exterminio), cual aves rapaces mordieron cuanto terreno/propiedad con monte autóctono, topografía natural, fauna propia (o sea paisaje serrano), para sacarles provecho y destruir, alambrando, delimitando, estableciendo reglas para hacer sentir a los que ambiciosamente piensan que ocupar un lugar así los inserta en los que pertenecen. De esta manera pueden ver a los que son "comunes humanos"  a través de un filtro llamada seguridad. Ejercida por empresas ad hoc.
Es tanto el miedo que tienen por las personas comunes, (ahora son inmigrantes) trabajadoras, que los que se dedican a construir sus hogares/mansiones, entran al country por puertas diferenciadas y dejar muy claramente quienes son, por las dudas vio, no ocurra que algo falte. Me pregunto y la flora; la fauna y la degradación del suelo que se provoca en el entorno; complicaciones graves como las inundaciones, a quien se las endilgan (a Magoya, pobre).
Pero claro, todo esto debe ser controlado, y los "pertenecientes" dueños de los terrenos; de los hogares/mansiones pagan para que  les cuiden las espaldas (que en criollo es la parte misma, que termina después del huesito dulce). Entonces surgen las Empresas de Seguridad integradas por empleados frustrados con grandes cargas de violencia que asumen el rol de autoridades "truchas", muchas veces con educación cero (y no hablo de la escolar) se sienten dueños de las circunstancias, que por un pan dulce o una sidra de 4 pesos se convierten en los seres más serviles.
Imbuido en esta realidad, víctima del buen compañerismo, del afecto, me tocó pasar por uno de estos "controles" (que no voy a nombrar, pero si mostrar). Cumplí con las reglas de rigor, me estacioné frente a una cabina con ventana amplia y uno de estos "guardias" me pregunto que a donde iba, al responderle me interrogó, usted es "fulanito", el "fulanito" de él no correspondía a mi "fulanito" real, cuando le explico que mi "fulanito" no era el "fulanito" que él decía, me volvió a interrogar: ¿y usted a donde va?, dándome ahora dos opciones usted va al N° tal o al N° cual.
Disgregación: que puedo saber yo del orden del campo de concentración, perdón del country.
Pero como soy un ser medianamente inteligente (no tanto como para vivir en un country) le respondo que yo voy a la casa de uno de esos dos lugares y que sus filiaciones eran estas (no lo nombro, por seguridad, ja). Sin embargo el guardia, el Sr. que controla, no pudo entender, a pesar de tener la información de la familia a la que iba a visitar, que si bien mi apellido no era el que él había entendido, yo le estaba dando datos más que suficientes como para que uniera ideas y me permitiera pasar.
Pero no, y quizás porque detrás de mi coche, había ya otros autos probablemente de esos que le regalan pan dulce y sidra de 4 pesos. Burlándose de mi apellido REAL, y con gesto de policía municipal me planteó: o  presenta el documento o me retiraba de allí demostrando hacia atrás (donde estaban los otros vehículos) su capacidad de control. JUUUUAAAAAAAAA.
Me retiré, estacionándome en las afueras del muy cuidado country, y con mi celular en mano, bajo la lluvia (¿les dije que llovía?) hablé a mi conocido para decirle lo que pasaba en la entrada, lo que motivó que el susodicho "guardia de seguridad" burlándose nuevamente de mi apellido, que por supuesto se presta a burla y lo he sufrido desde pequeño (pero hoy ya no lo permito a los 57 años) me fui de dicho lugar totalmente humillado, intranquilo, mal tratado y con la angustia de una persona común que trata de vivir en esta comunidad. Perdiendo la visita y al lugar donde después me dirigía. Si bien horas después tomé conciencia de mi poca inteligencia, (propia de no poder vivir en un country), y que mis principios ideológicos no los puedo manejar; sin contar con mi frágil salud íntimamente relacionada con el tema de la preocupación, pido perdón y me acepto como una persona común, intolerante y  llena de limitaciones, y sobre todo incapaz de vivir en un country.
Por otro lado pueden quedarse tranquilos los del Country que a este Blog no lo lee nadie, es un suerte de Bitacora de vuelo por la vida de un fracasado.
Lamento y nuevamente pido disculpas a todos los que me aprecian pero a veces mis entrañas me dan estos disgustos, y aunque muera en el intento, siempre trato de que nuestra sociedad humana cambie un poquito, pidiendo también perdón por tanta ingenuidad, que como dice el título a veces es interpretado como resentimiento.         

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