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El 28 de febrero de 2009, escribí a La voz del Interior, por inciativa del mismo diario, un carta en donde contaba mi experiencia y opinión sobre la tan ponderada Policía Caminera. Al márgen de que mi experiencia no fuera de las mejores, traté de darle al diario un pequeño resumen sobre la historia de tal caminera. Señalando, lo que en su momento, y seguro que ese prestigioso diario publicó como noticia, la policía caminera cordobesa, se suprimió por coimera, reconozco y me hago cargo que es una síntesis muy sintética de lo que seguro es más complejo. Pero la sacaron de circulación (valga la coincidencia) porque cobraba un plus por no cumplir su deber y permitir que los infractores no cumplieran las normas establecidas. Claro, quizás en esas épocas la vida valía mucho menos que ahora, que vale NADA. Lo digo porque el resurgimiento de la Policía caminera como el ave Fénix que renace de sus cenizas, fue por la inseguridad y el alto indíce de muertes en las rutas por accidentes viales que en su mayor porcentaje se producen por la imprudencia de los conductores. Pero el zorro pierde el pelo, pero  no las mañas. Sólo hace falta escuchar y ver los noticieros locales y leer los diarios de mañana para enterarse que a casi un año de su recreación la policía caminera volvió a sus viejas mañas, la coima.

Se, porque se encargaron muy bien de publicitar que los ciudadanos, varios, intentaron coimiar a varios agentes del orden. Y me pregunto, cuál es la noticia, si esa es su misión: La honestidad, no es algo que deba ser festejado como algo increible, es lo que debe ser.

Bien, lo lamento por la policía que ahora tiene una mancha más y el diario tan popular de la provincia de Córdoba, va cayendo en la foza del descreimiento.