En verdad lo conocí poco, primero muy joven, en
una Córdoba muy convulsionada en el mismo lugar que él había sido director.
Después ya mayores, ambos, lo encontré y pasamos una semana santa en Tafí del Valle,
a esa altura ya había leído todos sus trabajos y artículos y el aunque seguía
pensando y trabajando ya era un abuelo sabio, y caminado por todos los
senderos, y rutas que se podía. Esos días fueron los que mas aprendí en mi vida. Nunca fui su amigo, discípulo,
enemigo, o detractor, sólo fui un guijarro sin tallar en sus prospecciones
arqueológicas que levantó del suelo, observó y desechó, y eso valió para saber
con certeza quien era yo.
Posteriormente la vida me dio el regalo que mi
esposa fuera hija de un primo hermano de su suegro y que cuando pequeña
participó de varias reuniones en donde Dn. Alberto estuvo, y escuché anécdotas
desde otro lado de la historia, esas historias que muestran al ser humano tal como es.
Hasta aquí mis recuerdos, y como mi intención
es dejarlo plasmado en este blog, la futura Alejandría del siglo XXII, hasta
adelante, transcribo el homenaje post mortem que le realizó el CONICET,
institución a la que perteneció y ayudo a jerarquizar, para que todos los que
hoy estamos en el mismo consejo nos sintamos orgullosos de pertenecer.
Falleció investigador del CONICET
Con enorme tristeza, el ámbito científico nacional
recibió la noticia del fallecimiento del doctor Alberto Rex González,
investigador superior emérito de esta institución y miembro del Directorio en
1984.
Nacido el 16 de noviembre de 1918 en la localidad bonaerense de Pergamino, González se recibió de médico en la Universidad Nacional de Córdoba en 1947, profesión que ejerció en los Estados Unidos. Allí obtuvo su doctorado en Antropología con orientación Arqueología en la Universidad de Columbia en 1954.
Fue profesor en las Universidades de La Plata,
Buenos Aires, Córdoba y del Litoral; Director del Museo Etnográfico de la
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (1984-1987); Jefe
de la División Arqueológica del Museo de La Plata (1984-1989); miembro del
Directorio del CONICET (1984); miembro de la Comisión de Intercambio
Argentino-Norteamericana, Ciencia y Educación; miembro del Directorio del
Fondo Nacional de las Artes; y consultor de Unesco.
A su vez, también recibió numerosos
reconocimientos, entre los que se cuentan: Premio Nacional de Ciencias,
Ministerio de Educación y Cultura (1964); Distinción Especial de la American
Archaelogical Society (1986); Profesor Honorario Universidad de Buenos Aires
(1986); Profesor Emérito Universidad Nacional de la Plata (1988); Jornadas de
Homenaje, Instituto Smithsoniano y OEA, Cuenca, Ecuador (1992); Premio Konex de
Platino en Arqueología y Antropología Cultural (1986 y 1996); Ciudadano Ilustre
de la Ciudad de Buenos Aires (1996); Medalla del Bicentenario, Instituto
Smithsoniano, Washington D.C.(1999); y miembro Honorario de la Asociación de
Arqueólogos Profesionales de la Argentina (2006).
De su notable y prolífera carrera como
investigador, durante la que redactó más de cien publicaciones, se destaca su
labor pionera en la aplicación del método de datación por Carbono 14 en América
del Sur. Fue con este método que el Dr. logró determinar que los restos
encontrados en la cueva de Inti Huasi en San Luis tienen 8000 años de
antigüedad. Dentro de esta disciplina el Dr. González fue un innovador en el
establecimiento de nuevos enfoques, como la reconstrucción histórico-cultural
integral e introdujo nuevas técnicas de excavación.
Su excelente trayectoria como profesional tuvo como
correlato un férreo y constante compromiso con la realidad social y con la
reivindicación de los derechos humanos en nuestro país.
En un admirable hecho de generosidad profesional,
el Dr. González hizo la donación de sus archivos personales al Museo
Etnográfico de la UBA, realizando un enorme aporte a la comunidad científica
nacional. A partir de un convenio con el CONICET se comenzó la tarea de
creación del Archivo Digital Dr. Alberto Rex González, que contiene la
digitalización de su obra, asegurando su acceso a todos aquellos profesionales
y estudiantes interesados en conocer, analizar o dar continuidad a sus líneas
de trabajo e investigación.
La comunidad científica sentirá la falta de este
pionero ilustre.