domingo, 9 de agosto de 2009

A PESAR DE TODOS... TODOS SOMOS IGUALES


El sol del atardecer tiñe de fuerte naranja el horizonte, después de él la noche, pero antes el astro se despide sobre la planicie con dignidad, belleza, antigua, serenidad eterna, desparramando por toda la tierra ese color de despedida. En un rincón un hombre de color, piel oscura en relación a los blancos del occidente anglosajon, o sea un negro, arrodillado sobre la tierra, con los brazos en cruz y sus ojos negros y grandes mirando hacia el cielo, clama con voz entrecortada y lanza al aire, con la esperanza de que alguien lo escuche: ¡Dios, Dios amado!, dejame que te pregunte algo. ¿Porqué me has dado este pelo ensortijado, con rulos tan pequeños?, dime Dios. De pronto ese firmamento que iba despidiendo al sol en el horizonte resuena y con una voz similar al tueno responde a este hombre apesadumbrado: Es que con el evitas que las espinas de la selva te lastimen el cuero cabelludo y que la lluvia intensa en ella no te moje tanto. Si Dios, si pero porque este color tan oscuro, burla de otros hombres, persecuciones y muertes. No hijo, el color es lo mas importante en las sábanas, en las planices de tu continente, en donde el sol abraza sin piedad, ese color te proteje. Esta bien Dios, pero porque este olor tan fuerte. Hijo, hijo, el olor es porque de esa manera los insectos que abundan se acercan menos a tu cuerpo y evitas picaduras, infecciones y grandes picazones que te harían sentir mal en tus recorridos por la estepa. El negro sigue sollozando, inconsolable, con el cuerpo encorvado y los brazos caídos. Pero Hijo mi, dice Dios acaso no estas conforme con todas estas ventajas que te he concedido, mi esfuerzo para que puedas adaptarte a los peligros de donde vives. NO, NO Dios, entiendo, lo que no entiendo es porque me hiciste nacer en New York.
Este chiste, quizas hasta de mal gusto, lo he puesto a proposito para darle una introducción a un tema que desde los principios de la historia, y hasta la actuliada con igual o más fuerza domina al ser humano, LA DISCRIMINACION, LA INTOLERANCIA CULTURAL, RELIGIOSA, COLOR DE PIEL, DE SEXO. Hablar sobre esto, opinar, es casi una redundancia, porque siempre se ha dicho, creo que lo mejor es participar, tampoco digo que hay que salir a la calle y quemar gomas, se puede participar y comprometerse de otras maneras, y la que cada uno le parezca mejor.Lo dejo para pensar.

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