jueves, 25 de junio de 2009

DIME DONDE TE PONES EL CELULAR Y TE DIRE QUIEN ERES


No voy a empezar con el tema de cuál es la relación entre los jóvenes y los celulares, porque..., porque me volvería loco. Sólo intentaré hacer una descripción de nosotros los mayorcitos y de como nos relacionamos con el celular, porque si ha habido invento en el mundo que ha pegado fuerte en la Argentina es el celular, según las últimas informaciones habría casi un celular y medio por habitante de nuestro comunicado país.
Lo siguiente es una observación exclusivamente personal, de ver, de mirar y memorizar algunas actitudes que tenemos con tan extraño aparatito, por lo tanto es verdad, porque es mi verdad, y no busco generalizaciones, ni estadísticas que después sean publicadas en los diarios, es un divertimento, un hoby, como solía hacer un amigo mío que se sentaba en el banco de la plaza de su pueblo y cuando pasaban sus vecinos les pedía que le contaran un chiste, un apodo, que el prolijamente anotaba en una libretita.
Mi primera observación es que las mujeres de 25 y más, son las que por celular mientras caminan, ven vidrieras, y las mas extrovertidas son aquellas con hijos que los retan a los querubines por el celular.
Los hombres también son de hablar por las calles pero ellos se detienen, hablan a los gritos para que todos los vean, como diciendo ¡mirá estoy hablando por celular!, y siempre lo retiran un poco del oído para que ademas se vea el modelo de celular.
También están los que no son tan duchos en esto de enviar mensajitos y van mirando el teclado (cabeza baja) y con todo lo que eso significa, por ejemplo llevarse un poste por delante, otra persona que va en el mismo metier.
Después están las mujeres que les suena el celular y empiezan a buscarlo en las carteras mientras caminan, y no lo encuentran y uno que va destras se pone nervioso y dan ganas de gritarle atende rápido ese telefono.
Otro caso muy particular son aquellos hombres que los usan al mejor estilo lejano oeste, o sea como si fuera la pistola del "Far West", he visto casos de personas que estan parados, por ejemplo en una plaza, y van y vienen y cada tanto sacan el telefonito y lo miran, evidentemente están esperando que los llamen o envien mensajitos. Los teléfonos están prolijamente enfundandos en receptaculos que van desde cuero de carpincho, hasta de plástico, es el arma de esta jungla actual. En cualquier momento lo desenfundan y ahi nomásdisparan un ¡hola!, ¡si!, aca estoy en el centro...
Los mayores, los abuelos como popularmente les decimos, los tiene porque hijos, nietos, etc. se los regalan para que esten siempre comunicados, para que en cualquier circunstancia llamen. Si estan el la ciudad y llaman es seguro que no atienden, no oyen el ringtone. Y si necesitan hablar entre que no ven numeros tan chiquitos les cuesta manipularlos. Y eso está bien, es una tecnología pensada para humanos entre 10 y 23 años, después de allí su uso se vuelve dificultoso.
No hay peor cosa que en medio de una pelicula suene el celular de un distraido que se olvido de apagarlo, o que este enviando mensajes en la oscuridad de la sala y la luz del telefono se vea.
No hay pero cosa que uno este en la cola del banco y suene el celular e inmediatamente el agente que esta de seguridad salte y diga, no se puede hablar por celular aca.
Y ni que decir de los que van hablando por celular mientras manejan, en mis observaciones he comprobado que son mas las mujeres que lo hacen que los hombres.
El celular es como el virus nos agarra a todos, ademas es adictivo porque las empresas invierten para sea asi. Pero, saben es lo que hay.

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